La primera sorpresa que nos deparó Mandalay fue el
toque de queda. En el hotel nos advirtieron que debíamos
estar en nuestra habitación antes de las 22h. Es complicado preguntar a los birmanos sobre temas
políticos, intentamos sacarle info a nuestro recepcionista pero solo nos dijo
que se debía a enfrentamientos entre musulmanes y budistas.
Como Mr Google todo lo sabe, acabamos recapitulando
datos. El toque de queda se ha impuesto a principios de julio debido a
revueltas callejeras entre budistas y musulmanes que provocaron un muerto en
cada bando. Se rumorea, ya sabemos que la información nunca es clara y hay poca
transparencia, que los enfrentamientos se iniciaron por que una mujer budista
fue violada por unos musulmanes mientras iba a un templo para rezar. Como aquí
todo se soluciona de modo radical, para evitar futuros enfrentamientos y
reuniones nocturnas (la nocturnidad siempre envuelve un halo de malicia), el
gobierno ha estipulado el toque de queda desde las 22 hasta las 4 de la
madrugada. Esto ha provocado cientos de detenciones a ciudadanos que no han
cumplido el horario.
Durante el día, se pueden ver las barricadas de
espino retiradas en las aceras. Las mismas barricadas que por la noche cierran
las calles para impedir el paso a los vehículos, dejando un ambiente bastante
extraño.
Nuestro hotel está ubicado en la intersección de la
83th con la 25th. En ningún momento sentimos miedo ni sensación de peligro pero
desde el balcón, a oscuras y sin atrevernos a hacer fotos por si nos pillaban y
nos soltaban un tiro, nos sentábamos en silencio, medio escondidos a ver como
transcurría el cierre y la guardia nocturna. A las 21.50 ya no queda nadie por
la calle, algún despistado que anda ligero para que no se le pase la hora y 4 ó
5 militares armados en cada bocacalle. Silencio, calles apenas iluminadas y
sobretodo la sensación que produce pensar que estás en una ciudad tomada por
los militares.
¿Cómo
llegar a Mandalay? Mandalay y
Yangón son los dos únicos aeropuertos internacionales del país. El aeropuerto está
a 35 kilómetros de la ciudad. Si viajas con Air Asia puedes utilizar su
servicio de autobús gratuito. El autobús te deja/recoge muy cerca del Palacio.
Aquí está toda la info.
En Asía, donde caben dos caben tres, y si te pones
tonto, también caben 10. Aquí os dejamos esta foto donde el pasillo del autobús se
convierte en cómodos asientos.
Mirad este mini-autobús, cuando la parte de
atrás se llena... todos al techo!
Desde cualquier punto de Myanmar hay autobuses o
minivans a Mandalay, nosotros partimos desde Bagan y escogimos la opción del
minibús. Cuesta 9.000 MMK por persona, un poco más caro que el autobús pero te
recogen y te dejan en tu alojamiento, te ahorras los taxis de desplazamiento y
acaba siendo más barato. Salimos sobre la 1 pm y tardamos unas 4 horas.
Al hacer el trayecto de día, pudimos ver las perlas
que te depara viajar por este extraordinario país. Gran parte del camino se
hace por carreteras que en España no serían ni terciarias, hacen cambios de
sentido en plena autopista, a las bravas y sin miramientos… de repente se mete
por las vías del tren (dejándolas entre sus ruedas), así recorrimos varios
kilómetros, incluso cruzamos un puente… será un atajo, no? El conductor paró
varias veces a comprar betel, como vamos con el aire acondicionado encendido (a
tope), tuvo el detalle de no abrir la ventana cada 3 minutos para escupir. En
su defecto, tuvo la genial idea de llevar una botella de agua vacía y escupir
dentro. Cuando lo ves escupir en la botella, que es totalmente transparente y ya
tiene cuatro dedos de líquido rojo, te entran arcaditas… de pensarlo me están
entrando! Lo peor de todo es que da mucho asco, pero no puedes dejar de
mirarlo.
¿Dónde
dormir? La zona donde puedes
encontrar los alojamientos más económicos está entre la 83th y la 25th, cerca
del Palacio. Nosotros nos alojamos en Garden Hotel; 30$ la habitación triple
con aire acondicionado y desayuno. Nos quedamos en una habitación de la quinta
planta y estaba genial! En el piso de arriba hay más baratas pero la diferencia
es grande y a peor. Estaban reformando algunas plantas, así que suponemos que
en unos meses estarán disponibles.
¿Dónde
comer? En los alrededores del
hotel hay diferentes opciones para comer. Aquí indicamos las que más nos han
gustado.
Restaurante
Indio. En la 81th con la 28th. Recomendamos
probar el pez mantequilla ¡delicioso! Cada plato cuesta unos 3.000 MMK y sirven
muchísima comida, todos estos platos eran para 3 personas y puedes tomar todo
el arroz que quieras.
Pan Cherry
Restaurant. Aquí tomamos los
auténticos Shan Noodles por solo 1.000 MMK. Está en la 25th justo antes de
llegar a la 83th, delante de nuestro hotel.
Otro indio
que hace rotis. Está en la 83th
con la 26th. Solo para cenas, muy concurrido por locales. Aunque los rotis son
diferentes a los que conocemos, está muy bueno.
Nylon Ice
Cream. En la 83th con la 25th. En
esta heladería nos pusimos las botas! Es la única de la ciudad y aunque siempre
hay algún extranjero, está llena de lugareños que compran “take away”.
¿Qué ver
en Mandalay? Un par de días en
Mandalay son suficientes para recorrer los lugares más emblemáticos.
Mandalay
Hill. En la parte norte del Palacio
se encuentra esta colina de 230 metros. Arriba te espera un mirador, las vistas
son increíbles, sobre todo al atardecer.
Fuimos desde el hotel andando, solo bordear las
murallas de Palacio ya nos costó más de una hora a pleno sol. La subida a la
colina es dura pero vale la pena, nos equivocamos e hicimos el recorrido por la
carretera en vez de por las escaleras, tardamos más de media hora en subir y nos
quedamos sin aliento.
Cuando llegamos ya estaba atardeciendo, mientras Antonio
hacía unas fotos me senté en el suelo, estaba agotada! Un chico se me acercó,
me pidió permiso para compartir el atardecer y practicar inglés. No paraba de
reírse, era un encanto! Nos recomendó visitar Ruby Town, una pequeña localidad
a unos kilómetros de Mandalay donde hay minas de rubíes a buen precio. Cuando
ya era de noche, bajamos descalzos por las escaleras mientras él no paraba de
preguntarnos cosas, las escaleras son eternas pero mucho más llevaderas que la
carretera. Tras más de una hora de charla nos despedimos, nuestra sensación
fue muy reconfortante por que, al fin, nos habíamos quitado de la cabeza al
monje de Yangón. Los birmanos son maravillosos y buscan el contacto con los
extranjeros de forma altruista.
Palacio de
Mandalay. El palacio original fue
destruido en la segunda guerra mundial y actualmente se puede visitar la nueva
construcción. Está rodeado por una muralla y un foso recorre todo su perímetro
formando un cuadrado perfecto, cada lateral mide 2 kilómetros. La entrada
cuesta 10$, por lo que hemos oído está muy mal conservado y no merece la pena
entrar. Nosotros preferimos no regalar dinero al gobierno así que no entramos.
Taungbyone
Nat Festival. La comunidad gay,
sobre todo transexuales, son los encargados de dirigir este festival. Rituales,
bailes, alcohol y mucho desmadre se entremezclan para invocar a los espíritus.
Cada año, la luna llena de agosto pone fin a esta
multitudinaria celebración que reúne a miles de birmanos en un pequeño pueblo
al norte de Mandalay; Taungbyone. Religión y tradición en estado puro. No
pudimos asistir al festival por que terminó el día en que llegamos, nos
enteramos tarde de su existencia. Tiene pinta de ser interesante!
Alrededores de Mandalay. Es muy común entre los viajeros contratar los
servicios de un taxista para visitar los alrededores de Mandalay, en los que se
incluye Amarapura, Inwa y Sagaing.
Vais a pasar varias horas en el taxi así que
intentar que sea un coche nuevo y no una carraca, lo agradeceréis. La noche
anterior hablamos con un taxista que encontramos cerca del hotel, pactamos el
precio de 30.000 MMK por los tres y nos recogía a las 8 am en nuestro hotel.
El taxista era extremadamente simpático, nos
recomendó ir a cenar a Rainbow, el restaurante hacia el que él se dirigia.
Cenamos barbacoa y no recomendamos ir, es caro para la calidad y cantidad que
sirven. El conductor estaba sentado en la mesa nuestro lado y pasó la
cena muy pendiente de nosotros, además habla bastante bien inglés así que
estamos motivados con la excursión del día siguiente.
Por la mañana conocimos a un francés en el desayuno
y se unió a nuestra ruta en taxi, el taxista nos cobró 36.000 MMK por los cuatros. Solo nos ahorramos 1.000 MMK cada uno, pero el fin no era
ahorrar, era que al francés le saliera barata la experiencia, si lo hubiese
hecho solo habría sido mucho más caro.
Pues el conductor que ayer era majísimo, hoy era un
reseco. Nos quería cobrar 3.000 MMK más por poner el aire acondicionado… No
pasa nada, no lo queremos que no hace calor, pero menudo gañán está hecho.
Desde ese momento ni media sonrisa, ni conversación, ni nada, r e s e c o!
Nuestra ruta fue:
Mahamuni
Paya. Aquí esta la figura de Buda
más venerada de Myanmar, está recubierta por unos 15 cm de pan de oro. Cuando
llegamos había una cola enorme para acceder a la estatua, solo pueden tocarla
los hombres así que las mujeres se agolpan en el exterior y rezan mientras ven
por una pantalla de televisión a los hombre tocarla.
La colina
de Sagaing. Un bonito recorrido de
escalones hasta la cima donde ver unas agradables vistas. Arriba nos
encontramos con 3 parejas de españoles (que no viajaban juntos), aquí
reafirmamos nuestra teoría de que Myanmar se ha puesto de moda en España y es
el país estrella para las vacaciones de este verano. Para nosotros esta visita
fue agradable gracias a la conversación con la tropa española, ni las vistas ni
el lugar nos parecieron especiales. Mucho más recomendable la colina de
Mandalay.
Ganayon
Kyaung, en Amarapura. Sobre las
10.30 am, cientos de monjes se reúnen para desayunar. Se colocan en filas
perfectas para acceder al comedor mientras los devotos les dan comida, botes de
refrescos, chocolatinas, incluso unos paquetes donde hay pasta de dientes,
toallas y demás utensilios de higiene personal. Algo que nos impactó fue ver a
unos niños esperando a los monjes a la salida, les pedían comida, las sobras…
los monjes ni los miraban. Creo que con la cantidad de cosas que recogen en la
puerta y la comida que se les sirve en el comedor (vimos como repartían comida
y botes de Pepsi en cada mesa antes de que ellos llegaran), ya podrían compartir
un poco con los niños y no ser tan avariciosos.
Los monjes abren los cuencos que portan y la gente
les mete dentro los donativos, ellos nunca lo tocan. Nos parece curioso pensar
que dentro llevan dos plátanos, tres galletitas, un cepillo de dientes y una
pepsi, un trozo de pollo, patatas hervidas y un puñado de arroz. Todo junto,
mezclado, el arroz se pegará a todo lo que lleven dentro...
Ya nos iba merodeando por la cabeza la idea de que
los monjes budistas, sobre todo en Myanmar, no son como la idea preconcebida
que todos tenemos de ellos. Después del tiempo que estamos por Asía, nuestro
pensamiento a cambiado. Son unos gorrones, toman betel, beben alcohol y llevan
móviles de última generación… todo esto queda muy lejos de lo que se supone que
es un monje.
Inwa. Una pequeña isla en el río. El taxista nos llevó al
restaurante que hay en el embarcadero, no sabemos si se lleva comisión, pero la
verdad que no era caro y comimos bien, así que no nos vamos a quejar. Para
llegar a Inwa hay que pagar un barco para que te cruce, una vez llegas se paga
un impuesto de 10$ (lo único positivo es que también te sirve para entrar al
Palacio de Mandalay). Los monumentos en ruinas que hay que visitar están
alejados del puerto y entre sí, solo puedes moverte subido a un coche de
caballos que te cobra entre 5 y 10$ por persona… Con la información que damos
os parece apetecible ir? Pues no. No fuimos, terminamos de comer y nos sentamos
en la terraza del restaurante a la fresca, siestecita rica!.
Vistas desde la terraza donde hicimos la siesta |
Vamos al puente de
teca de Amarapura, a ver si la excursión mejora un poco… por ahora no nos está
gustando.
Ya que era pronto, le propusimos al conductor que
después del puente de teca nos dejara en la colina de Mandalay, no en el hotel. En vez de dejarnos en
el lateral sur del Palacio, le pedíamos que nos dejara en el norte... no le dio la real gana,
nos quería cobrar más. Nos encabronamos bastante con él, ayer tan
majo y hoy tan por culero y con malas caras todo el día… No le vamos a pagar ni
medio céntimo de kyat más, antes nos cogemos otro taxi! aunque nos salga más
caro.
Puente de
U Bein. Es el puente de teca más
largo del mundo, tiene 200 años y mide 1,2 kilómetros. Llegamos sobre las 4 de
la tarde y el puente estaba lleno de gente! Muy pocos turistas, todo birmanos.
Hay que señalar que era domingo y parece que es un lugar concurrido para los
locales-domingueros. El puente está bastante viejito pero tiene su encanto.
A
medio camino del puente bajamos por unas escaleras, donde el cauce del río
estaba seco, empezamos a hacer fotos y cuando nos dimos cuenta un grupo de unos
15 jóvenes nos tenían rodeados.
Su carta de presentación fue: “somos
estudiantes de inglés y buscamos extranjeros para practicar el idioma”. Empezaron a preguntarnos millones de cosas, a veces no
sabíamos ni que responder, fue un autentico interrogatorio; ¿Tienes hermanos?
¿Qué grupo de música es tu preferido? ¿Cuál fue la última película que viste en
el cine? ¿Cuáles son tus hobbies?... nos iban rodeando hasta formar pequeños
grupitos, éramos el centro de atención. Nos hicimos fotos juntos y accedimos a
tomar te con ellos, en una terraza a la orilla del río.
Fueron
unos grandes anfitriones, pidieron zumos, pescado, maíz frito para picar y no
nos dejaron pagar la cuenta. Nos dijeron que nosotros estábamos en su país y
que éramos sus invitados. A mi lado se sentó un chico que hablaba muy bien
inglés, me comentó que era un estudiante de matricula de honor, que sacaba las
mejores notas de su promoción. Me pregunto qué pensaba sobre Myanmar,
evidentemente no le iba a decir todo lo que pensaba pero bueno… después de
tanto interrogatorio, le pregunté a él qué sabia de España y su respuesta fue rápida:
las españolas somos guapísimas, siempre estamos comiendo queso y chocolate y no
puede entender como mantenemos la línea con semejante dieta. Qué divertido! Jajajjajaja.
Estuvimos 2 ó 3 horas con ellos, hasta el
atardecer. Fue una experiencia increíble aunque a veces me sentía un poco
incómoda por ser el centro de atención. Nos rodeaban y observaban, cuando
dejábamos de hablar tenían otra pregunta preparada.
Sin duda, lo mejor del día fue conocer
a este grupo. La ruta con el taxista fue una patraña y NO recomendamos a nadie
que contrate este tipo de servicios. Está todo muy cerca de Mandalay, el puente
de teca está a 10 kilómetros y es de fácil acceso. Puedes ir en autobús, sale
desde el centro por 200 MMK, o alquilarte una moto y hacerlo a tu aire. Pagamos 36€, a lo mejor pensado en euros no parece mucho, pero aquí es un dineral! El taxi
es carísimo y el trayecto no lo vale
Marionetas. Una de las chicas que conocimos trabajaba en un espectáculo de marionetas de la ciudad,
nos insistió en que fuésemos esa noche a verlo. Cuesta 10 $ y está en la 66th
con la 26-27th. No fuimos y nos arrepentimos!
Apuntes
- Encontramos una gran diferencia entre Mandalay y Yangón. Mandalay esta muchísimo más limpia y bien conservada, hay hasta aceras! Los jóvenes visten como los occidentales, pantalones pitillo, polos… Hay muchos estudiantes y puedes ver edificios bastante lujosos. Se nota que es una ciudad más avanzada y con más recursos. A pesar de esto no deja de ser Myanmar, mirad donde se ducha la gente; en plena calle del centro!
- Si el gobierno se entera de la campaña antisistema birmano que estamos haciendo en este blog, seguro que nos denegaría la entrada en próximas visitas.
- Una vez más, hemos observado que el tema de las basuras lo llevan muy mal. Esta foto es en la orilla del río junto al puente de teca de Amarapura. La estampa es preciosa pero muchas veces se ve deteriorada por este tipo de cosas. Entendemos que no tienen ningún tipo de sensibilización ni medios para gestionar los residuos, pero esto lo tendrán que solucionar pronto... Todo lo tiran al suelo, ni se plantean que no está bien hacerlo, no hay papeleras pero lo más grave es que carecen de servicio de limpieza, lo que tiran ahí se queda. Contaminación máxima.
- Las mujeres montan en moto de lado. En esta foto podéis ver como se tapan los brazos, incluso la cara para que no les de el sol, aquí la belleza es estar lo más blancas posibles e intentan evitar el sol como sea. No me quiero ni imaginar el calor que deben pasar, estamos a más de 35º y llevan hasta guantes de lana!
GASTOS EN MANDALAY (siempre hablamos de dos
personas):
Alojamiento 4 noches: 74.480 MMK
Transporte: 23.000 MMK
Comida+agua: 19.600 MMK
Extras: 25.200 MMK
Total: 142.280 MMK – 109,53€ por 3 días
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