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jueves, 25 de septiembre de 2014

Mandalay




La primera sorpresa que nos deparó Mandalay fue el toque de queda. En el hotel nos advirtieron que debíamos estar en nuestra habitación antes de las 22h. Es complicado preguntar a los birmanos sobre temas políticos, intentamos sacarle info a nuestro recepcionista pero solo nos dijo que se debía a enfrentamientos entre musulmanes y budistas. 

Como Mr Google todo lo sabe, acabamos recapitulando datos. El toque de queda se ha impuesto a principios de julio debido a revueltas callejeras entre budistas y musulmanes que provocaron un muerto en cada bando. Se rumorea, ya sabemos que la información nunca es clara y hay poca transparencia, que los enfrentamientos se iniciaron por que una mujer budista fue violada por unos musulmanes mientras iba a un templo para rezar. Como aquí todo se soluciona de modo radical, para evitar futuros enfrentamientos y reuniones nocturnas (la nocturnidad siempre envuelve un halo de malicia), el gobierno ha estipulado el toque de queda desde las 22 hasta las 4 de la madrugada. Esto ha provocado cientos de detenciones a ciudadanos que no han cumplido el horario.

Durante el día, se pueden ver las barricadas de espino retiradas en las aceras. Las mismas barricadas que por la noche cierran las calles para impedir el paso a los vehículos, dejando un ambiente bastante extraño. 


Nuestro hotel está ubicado en la intersección de la 83th con la 25th. En ningún momento sentimos miedo ni sensación de peligro pero desde el balcón, a oscuras y sin atrevernos a hacer fotos por si nos pillaban y nos soltaban un tiro, nos sentábamos en silencio, medio escondidos a ver como transcurría el cierre y la guardia nocturna. A las 21.50 ya no queda nadie por la calle, algún despistado que anda ligero para que no se le pase la hora y 4 ó 5 militares armados en cada bocacalle. Silencio, calles apenas iluminadas y sobretodo la sensación que produce pensar que estás en una ciudad tomada por los militares.


¿Cómo llegar a Mandalay? Mandalay y Yangón son los dos únicos aeropuertos internacionales del país. El aeropuerto está a 35 kilómetros de la ciudad. Si viajas con Air Asia puedes utilizar su servicio de autobús gratuito. El autobús te deja/recoge muy cerca del Palacio. Aquí está toda la info.
 
En Asía, donde caben dos caben tres, y si te pones tonto, también caben 10. Aquí os dejamos esta foto donde el pasillo del autobús se convierte en cómodos asientos.

 
Mirad este mini-autobús, cuando la parte de atrás se llena... todos al techo!


Desde cualquier punto de Myanmar hay autobuses o minivans a Mandalay, nosotros partimos desde Bagan y escogimos la opción del minibús. Cuesta 9.000 MMK por persona, un poco más caro que el autobús pero te recogen y te dejan en tu alojamiento, te ahorras los taxis de desplazamiento y acaba siendo más barato. Salimos sobre la 1 pm y tardamos unas 4 horas.

Al hacer el trayecto de día, pudimos ver las perlas que te depara viajar por este extraordinario país. Gran parte del camino se hace por carreteras que en España no serían ni terciarias, hacen cambios de sentido en plena autopista, a las bravas y sin miramientos… de repente se mete por las vías del tren (dejándolas entre sus ruedas), así recorrimos varios kilómetros, incluso cruzamos un puente… será un atajo, no? El conductor paró varias veces a comprar betel, como vamos con el aire acondicionado encendido (a tope), tuvo el detalle de no abrir la ventana cada 3 minutos para escupir. En su defecto, tuvo la genial idea de llevar una botella de agua vacía y escupir dentro. Cuando lo ves escupir en la botella, que es totalmente transparente y ya tiene cuatro dedos de líquido rojo, te entran arcaditas… de pensarlo me están entrando! Lo peor de todo es que da mucho asco, pero no puedes dejar de mirarlo.


¿Dónde dormir? La zona donde puedes encontrar los alojamientos más económicos está entre la 83th y la 25th, cerca del Palacio. Nosotros nos alojamos en Garden Hotel; 30$ la habitación triple con aire acondicionado y desayuno. Nos quedamos en una habitación de la quinta planta y estaba genial! En el piso de arriba hay más baratas pero la diferencia es grande y a peor. Estaban reformando algunas plantas, así que suponemos que en unos meses estarán disponibles.


¿Dónde comer? En los alrededores del hotel hay diferentes opciones para comer. Aquí indicamos las que más nos han gustado.

Restaurante Indio. En la 81th con la 28th. Recomendamos probar el pez mantequilla ¡delicioso! Cada plato cuesta unos 3.000 MMK y sirven muchísima comida, todos estos platos eran para 3 personas y puedes tomar todo el arroz que quieras. 


Pan Cherry Restaurant. Aquí tomamos los auténticos Shan Noodles por solo 1.000 MMK. Está en la 25th justo antes de llegar a la 83th, delante de nuestro hotel.

Otro indio que hace rotis. Está en la 83th con la 26th. Solo para cenas, muy concurrido por locales. Aunque los rotis son diferentes a los que conocemos, está muy bueno.

Nylon Ice Cream. En la 83th con la 25th. En esta heladería nos pusimos las botas! Es la única de la ciudad y aunque siempre hay algún extranjero, está llena de lugareños que compran “take away”. 


¿Qué ver en Mandalay? Un par de días en Mandalay son suficientes para recorrer los lugares más emblemáticos.

Mandalay Hill. En la parte norte del Palacio se encuentra esta colina de 230 metros. Arriba te espera un mirador, las vistas son increíbles, sobre todo al atardecer. 


Fuimos desde el hotel andando, solo bordear las murallas de Palacio ya nos costó más de una hora a pleno sol. La subida a la colina es dura pero vale la pena, nos equivocamos e hicimos el recorrido por la carretera en vez de por las escaleras, tardamos más de media hora en subir y nos quedamos sin aliento. 


Cuando llegamos ya estaba atardeciendo, mientras Antonio hacía unas fotos me senté en el suelo, estaba agotada! Un chico se me acercó, me pidió permiso para compartir el atardecer y practicar inglés. No paraba de reírse, era un encanto! Nos recomendó visitar Ruby Town, una pequeña localidad a unos kilómetros de Mandalay donde hay minas de rubíes a buen precio. Cuando ya era de noche, bajamos descalzos por las escaleras mientras él no paraba de preguntarnos cosas, las escaleras son eternas pero mucho más llevaderas que la carretera. Tras más de una hora de charla nos despedimos, nuestra sensación fue muy reconfortante por que, al fin, nos habíamos quitado de la cabeza al monje de Yangón. Los birmanos son maravillosos y buscan el contacto con los extranjeros de forma altruista. 


Palacio de Mandalay. El palacio original fue destruido en la segunda guerra mundial y actualmente se puede visitar la nueva construcción. Está rodeado por una muralla y un foso recorre todo su perímetro formando un cuadrado perfecto, cada lateral mide 2 kilómetros. La entrada cuesta 10$, por lo que hemos oído está muy mal conservado y no merece la pena entrar. Nosotros preferimos no regalar dinero al gobierno así que no entramos.



Taungbyone Nat Festival. La comunidad gay, sobre todo transexuales, son los encargados de dirigir este festival. Rituales, bailes, alcohol y mucho desmadre se entremezclan para invocar a los espíritus. Cada año, la luna llena de agosto pone fin a esta multitudinaria celebración que reúne a miles de birmanos en un pequeño pueblo al norte de Mandalay; Taungbyone. Religión y tradición en estado puro. No pudimos asistir al festival por que terminó el día en que llegamos, nos enteramos tarde de su existencia. Tiene pinta de ser interesante!



Alrededores de Mandalay. Es muy común entre los viajeros contratar los servicios de un taxista para visitar los alrededores de Mandalay, en los que se incluye Amarapura, Inwa y Sagaing.

Vais a pasar varias horas en el taxi así que intentar que sea un coche nuevo y no una carraca, lo agradeceréis. La noche anterior hablamos con un taxista que encontramos cerca del hotel, pactamos el precio de 30.000 MMK por los tres y nos recogía a las 8 am en nuestro hotel.

El taxista era extremadamente simpático, nos recomendó ir a cenar a Rainbow, el restaurante hacia el que él se dirigia. Cenamos barbacoa y no recomendamos ir, es caro para la calidad y cantidad que sirven. El conductor estaba sentado en la mesa nuestro lado y pasó la cena muy pendiente de nosotros, además habla bastante bien inglés así que estamos motivados con la excursión del día siguiente.

Por la mañana conocimos a un francés en el desayuno y se unió a nuestra ruta en taxi, el taxista nos cobró 36.000 MMK por los cuatros. Solo nos ahorramos 1.000 MMK cada uno, pero el fin no era ahorrar, era que al francés le saliera barata la experiencia, si lo hubiese hecho solo habría sido mucho más caro.

Pues el conductor que ayer era majísimo, hoy era un reseco. Nos quería cobrar 3.000 MMK más por poner el aire acondicionado… No pasa nada, no lo queremos que no hace calor, pero menudo gañán está hecho. Desde ese momento ni media sonrisa, ni conversación, ni nada, r e s e c o!

Nuestra ruta fue:

Mahamuni Paya. Aquí esta la figura de Buda más venerada de Myanmar, está recubierta por unos 15 cm de pan de oro. Cuando llegamos había una cola enorme para acceder a la estatua, solo pueden tocarla los hombres así que las mujeres se agolpan en el exterior y rezan mientras ven por una pantalla de televisión a los hombre tocarla. 



La colina de Sagaing. Un bonito recorrido de escalones hasta la cima donde ver unas agradables vistas. Arriba nos encontramos con 3 parejas de españoles (que no viajaban juntos), aquí reafirmamos nuestra teoría de que Myanmar se ha puesto de moda en España y es el país estrella para las vacaciones de este verano. Para nosotros esta visita fue agradable gracias a la conversación con la tropa española, ni las vistas ni el lugar nos parecieron especiales. Mucho más recomendable la colina de Mandalay.


Ganayon Kyaung, en Amarapura. Sobre las 10.30 am, cientos de monjes se reúnen para desayunar. Se colocan en filas perfectas para acceder al comedor mientras los devotos les dan comida, botes de refrescos, chocolatinas, incluso unos paquetes donde hay pasta de dientes, toallas y demás utensilios de higiene personal. Algo que nos impactó fue ver a unos niños esperando a los monjes a la salida, les pedían comida, las sobras… los monjes ni los miraban. Creo que con la cantidad de cosas que recogen en la puerta y la comida que se les sirve en el comedor (vimos como repartían comida y botes de Pepsi en cada mesa antes de que ellos llegaran), ya podrían compartir un poco con los niños y no ser tan avariciosos.


 
Los monjes abren los cuencos que portan y la gente les mete dentro los donativos, ellos nunca lo tocan. Nos parece curioso pensar que dentro llevan dos plátanos, tres galletitas, un cepillo de dientes y una pepsi, un trozo de pollo, patatas hervidas y un puñado de arroz. Todo junto, mezclado, el arroz se pegará a todo lo que lleven dentro...


Ya nos iba merodeando por la cabeza la idea de que los monjes budistas, sobre todo en Myanmar, no son como la idea preconcebida que todos tenemos de ellos. Después del tiempo que estamos por Asía, nuestro pensamiento a cambiado. Son unos gorrones, toman betel, beben alcohol y llevan móviles de última generación… todo esto queda muy lejos de lo que se supone que es un monje.


Inwa. Una pequeña isla en el río. El taxista nos llevó al restaurante que hay en el embarcadero, no sabemos si se lleva comisión, pero la verdad que no era caro y comimos bien, así que no nos vamos a quejar. Para llegar a Inwa hay que pagar un barco para que te cruce, una vez llegas se paga un impuesto de 10$ (lo único positivo es que también te sirve para entrar al Palacio de Mandalay). Los monumentos en ruinas que hay que visitar están alejados del puerto y entre sí, solo puedes moverte subido a un coche de caballos que te cobra entre 5 y 10$ por persona… Con la información que damos os parece apetecible ir? Pues no. No fuimos, terminamos de comer y nos sentamos en la terraza del restaurante a la fresca, siestecita rica!. 

Vistas desde la terraza donde hicimos la siesta
Vamos al puente de teca de Amarapura, a ver si la excursión mejora un poco… por ahora no nos está gustando.

Ya que era pronto, le propusimos al conductor que después del puente de teca nos dejara en la colina de Mandalay, no en el hotel.  En vez de dejarnos en el lateral sur del Palacio, le pedíamos que nos dejara en el norte... no le dio la real gana, nos quería cobrar más. Nos encabronamos bastante con él, ayer tan majo y hoy tan por culero y con malas caras todo el día… No le vamos a pagar ni medio céntimo de kyat más, antes nos cogemos otro taxi! aunque nos salga más caro.


Puente de U Bein. Es el puente de teca más largo del mundo, tiene 200 años y mide 1,2 kilómetros. Llegamos sobre las 4 de la tarde y el puente estaba lleno de gente! Muy pocos turistas, todo birmanos. Hay que señalar que era domingo y parece que es un lugar concurrido para los locales-domingueros. El puente está bastante viejito pero tiene su encanto.
 

A medio camino del puente bajamos por unas escaleras, donde el cauce del río estaba seco, empezamos a hacer fotos y cuando nos dimos cuenta un grupo de unos 15 jóvenes nos tenían rodeados. 




Su carta de presentación fue: “somos estudiantes de inglés y buscamos extranjeros para practicar el idioma”. Empezaron a preguntarnos millones de cosas, a veces no sabíamos ni que responder, fue un autentico interrogatorio; ¿Tienes hermanos? ¿Qué grupo de música es tu preferido? ¿Cuál fue la última película que viste en el cine? ¿Cuáles son tus hobbies?... nos iban rodeando hasta formar pequeños grupitos, éramos el centro de atención. Nos hicimos fotos juntos y accedimos a tomar te con ellos, en una terraza a la orilla del río. 


Fueron unos grandes anfitriones, pidieron zumos, pescado, maíz frito para picar y no nos dejaron pagar la cuenta. Nos dijeron que nosotros estábamos en su país y que éramos sus invitados. A mi lado se sentó un chico que hablaba muy bien inglés, me comentó que era un estudiante de matricula de honor, que sacaba las mejores notas de su promoción. Me pregunto qué pensaba sobre Myanmar, evidentemente no le iba a decir todo lo que pensaba pero bueno… después de tanto interrogatorio, le pregunté a él qué sabia de España y su respuesta fue rápida: las españolas somos guapísimas, siempre estamos comiendo queso y chocolate y no puede entender como mantenemos la línea con semejante dieta. Qué divertido! Jajajjajaja.

Estuvimos 2 ó 3 horas con ellos, hasta el atardecer. Fue una experiencia increíble aunque a veces me sentía un poco incómoda por ser el centro de atención. Nos rodeaban y observaban, cuando dejábamos de hablar tenían otra pregunta preparada. 


Sin duda, lo mejor del día fue conocer a este grupo. La ruta con el taxista fue una patraña y NO recomendamos a nadie que contrate este tipo de servicios. Está todo muy cerca de Mandalay, el puente de teca está a 10 kilómetros y es de fácil acceso. Puedes ir en autobús, sale desde el centro por 200 MMK, o alquilarte una moto y hacerlo a tu aire. Pagamos 36€, a lo mejor pensado en euros no parece mucho, pero aquí es un dineral! El taxi es carísimo y el trayecto no lo vale


Marionetas. Una de las chicas que conocimos trabajaba en un espectáculo de marionetas de la ciudad, nos insistió en que fuésemos esa noche a verlo. Cuesta 10 $ y está en la 66th con la 26-27th. No fuimos y nos arrepentimos!



Apuntes
  • Encontramos una gran diferencia entre Mandalay y Yangón. Mandalay esta muchísimo más limpia y bien conservada, hay hasta aceras! Los jóvenes visten como los occidentales, pantalones pitillo, polos… Hay muchos estudiantes y puedes ver edificios bastante lujosos. Se nota que es una ciudad más avanzada y con más recursos. A pesar de esto no deja de ser Myanmar, mirad donde se ducha la gente; en plena calle del centro!
  • Si el gobierno se entera de la campaña antisistema birmano que estamos haciendo en este blog, seguro que nos denegaría la entrada en próximas visitas.
  • Una vez más, hemos observado que el tema de las basuras lo llevan muy mal. Esta foto es en la orilla del río junto al puente de teca de Amarapura. La estampa es preciosa pero muchas veces se ve deteriorada por este tipo de cosas. Entendemos que no tienen ningún tipo de sensibilización ni medios para gestionar los residuos, pero esto lo tendrán que solucionar pronto... Todo lo tiran al suelo, ni se plantean que no está bien hacerlo, no hay papeleras pero lo más grave es que carecen de servicio de limpieza, lo que tiran ahí se queda. Contaminación máxima.
    

  • Las mujeres montan en moto de lado. En esta foto podéis ver como se tapan los brazos, incluso la cara para que no les de el sol, aquí la belleza es estar lo más blancas posibles e intentan evitar el sol como sea. No me quiero ni imaginar el calor que deben pasar, estamos a más de 35º y llevan hasta guantes de lana!
       




GASTOS EN MANDALAY (siempre hablamos de dos personas):

Alojamiento 4 noches: 74.480 MMK

Transporte: 23.000 MMK
Comida+agua: 19.600 MMK
Extras: 25.200 MMK
Total: 142.280 MMK –  109,53€ por 3 días
 

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